Pesca ilegal, hay que luchar contra ella

En los días pasados hemos visto en los medios de comunicación que el Gobierno español sancionó con la cantidad de 8.261.001 € a tres empresas gallegas responsables de una trama de pesca ilegal.

Mafias de pesca ilegal

Las empresas que tenían domicilio en Vigo, Marín y O Carballiño, montaron un entramado para explotar dos embarcaciones, de nombres Thunder y Tchaw, que se dedicaban a la pesca ilegal. Las empresas sancionadas han sido Frigoríficos Florindo e Hijos S.L., Bacamar S.A. y Pesquera Piñeiro S.L., empresas que todas ellas tenían el mismo administrador único.

Esta sanción está enmarcada dentro de la operación Sparrow, desarrollada por el ministerio de agricultura, y que ha supuesto otras sanciones millonarias a entramados de empresas relacionadas con el clan de Ribeira, Vidal Armadores, que practicaban la pesca ilegal en las embarcaciones Kunlun, Tiantai, Songhua y Yongding.

El Tchaw, barco dedicado a la pesca ilegal
El Tchaw, barco dedicado a la pesca ilegal

La pesca ilegal: un grave problema para el medio ambiente marino

La pesca ilegal debería estar muy perseguida y sancionada por los gobiernos, pues es una amenaza para la seguridad alimentaria y para la biodiversidad marina.

Las magnitudes de la pesca ilegal son enormes. Según WWF, cada año se capturan el el mundo entre 11 y 26 millones de toneladas de forma ilegal, pesca que la mayor parte de ella llega a los mercados, tanto europeos como  de otros países. Sí, destacamos Europa, pues el  60 % del pescado que consumimos en Europa procede de países extracomunitarios.

Lo cierto es que no toda la pesca ilegal procede de la actividad de mafias de delicuentes como los señalados, sino que en muchos casos es fruto de la actividad no organizada de furtivos, actividad pesquera que se realiza sin que existan planes de gestión, pesca que no cumple con las normativas vigentes

Condenamos la pesca ilegal

Desde el blog Mar Sostenible condenamos toda actividad pesquera ilegal, así como cualquier otra que vaya en contra de la sostenibilidad pesquera y que suponga una agresión al medio ambiente marino.

Barcos de pesca ilegal

En los primeros días de este mes de agosto, aparecía en los medios de comunicación una noticia sobre el proceso contra los armadores y gestores de buques dedicados a la pesca ilegal, fundamentalmente dedicados a la captura de la merluza negra en aguas de la Antártida.

Auténticos barcos de piratas

Los buques inmersos en este proceso son el Thunder y el Tchaw, que se dedicaban a la pesca ilegal, pues lo hacían en una zona protegida, sin tener la licencia del organismo que regula ese área el CCAMLR (Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida) y además empleaba métodos de pesca prohibidos.

Pesca ilegal: el más absoluto y despreciable egoísmo

Este es otro caso más donde podemos ver el egoismo del hombre en estado puro, al que no le importa en absoluto los daños que pueda causar en el medio ambiente marino, ni la alteración de los ecosistemas, si a cambio obtiene un beneficio económico de ello. Sin importarle tampoco como se van a encontrar el mar las generaciones futuras.

Dificultan su localización

Estos piratas del mar emplea métodos cada vez más sofisticados para que sea difícil localizarlos, tales como sociedades pantalla domiciliadas en países no comunitarios, de tal manera que sea muy difícil encontrar a los verdaderos responsables de este latrocinio. Además las embarcaciones cambian frecuentemente de nombre, para tratar así de ocultar sus actividades ilícitas y extremadamente dañinas para el medio ambiente marino.

En este caso las investigaciones llevan a empresas domiciliadas en Galicia, concretamente en Ribeira, Vigo, Redondela y O Carballiño.

El Tchaw, barco dedicado a la pesca ilegal
El Tchaw, barco dedicado a la pesca ilegal

Son deseables sentencias ejemplares

Desde Mar Sostenible esperamos y deseamos que se encuentre a todos los responsables y que la ley caiga sobre ellos con todo su peso, de  tal manera que sirva como ejemplo para que otros «empresarios piratas» desistan de realizar actividades tan perjudiciales para la sostenibilidad de los océanos.

Joaquín Alvarez Portela

Nuestros océanos, nuestro futuro

Hoy celebramos el Día Mundial de los Océanos, una fecha muy especial que fue instituida en el año 2008 por la Asamblea General de Naciones Unidas para reconocer el importante papel que los océanos tiene para la salud del Planeta y que se celebra cada 8 de junio desde el año 2009. El lema de este año es Nuestros océanos, nuestro futuro.

Día Mundial de los Océanos

OCÉANOS, LOS PULMONES DEL PLANETA

Las dos terceras partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por océanos y resultan ser los verdaderos pulmones de nuestro planeta. Se calcula que albergan el 90% de la biodiversidad del planeta. Los océanos resultan esenciales para nuestras vidas en la tierra, ya que son los generadores de la mayor parte del oxígeno que respiramos, absorben una gran cantidad de las emisiones de carbono, son reguladores del clima y nos proporcionan alimento, nutrientes y energía.

Día Mundial de los Océanos

Hoy queremos ofreceros el testimonio de un alumno de bachillerato que nos hace llegar su punto de vista crítico sobre la celebración de el ‘Día Mundial de los Océanos’.

«Con motivo de las celebraciones del Día Mundial del medio ambiente (5 de junio) y del Día Mundial de los Océanos (8 de junio) en el instituto nos han pedido que realizáramos distintos trabajos relacionadas con estas fechas.

Desde mi punto de vista considero que no estamos siendo justos con nuestros océanos, incluso me atrevo a decir que estamos siendo demasiado irresponsables con quien tanta vida nos aporta.

Tengo que confesar que me cuesta celebrar los «Dias de….«, ya que considero que en unos casos responden más a intereses meramente comerciales, como pueden ser el Día de los Enamorados, Día de la Madre o Día del Padre y en otros casos en fechas con marcado carácter reivindicativo, como son el Día de la Mujer Trabajadora o Día Internacional del Trabajo o el Día Mundial de la Paz entre otras muchas, que pienso nunca deberían de celebrarse.

Me explico. Al igual que no esperamos a esas fechas tan señaladas en el calendario para demostrarle nuestro amor a nuestra pareja, agradecerle a nuestros padres por traernos a este mundo y reconocer su inmensa labor educativa, tampoco deberíamos esperar a estas fechas para conmemorar o reivindicar los derechos de los trabajadores,  la lucha de la mujer por su participación en pie de igualdad con el hombre en la sociedad  o para fortalecer los ideales de paz en cada rincón del mundo. Algo no funciona.

Del mismo modo me parece absurdo celebrar el Día Mundial de los Océanos o el Día Mundial del Medio ambiente.  Recopilando información para dar respuesta a la pregunta de por qué celebrar los «día de….» me encuentro con que la Organización de Naciones Unidas (ONU) nos dice que estos días sirven para dar sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver un asunto importante en la sociedad para que a través de esta sensibilización los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.

Pues bien, mal vamos como sociedad si tenemos que esperar a estas fechas concretas del mes de junio para sensibilizar a la gente de la necesidad de preservar el medio ambiente o de reconocer la importancia que los océanos tienen para la salud del planeta y de sus habitantes.

Debemos actuar con responsabilidad y sin necesidad de reivindicarse con carácter anual utilizando las redes sociales para «justificarnos» ante nuestro entorno publicando ese lema tan bonito o esa imagen tan bucólica que hemos localizado, haciendo una búsqueda rápida en Google, y de esta forma ya habremos cumplido hasta el próximo año que volveremos a airear nuestra chaqueta reivindicativa.

Pero nuestros océanos y nuestro medio ambiente no entienden de eslogans o de buenas intenciones. El movimiento se demuestra andando y lo que deberíamos hacer es evitar situaciones que claramente van en la dirección de cargarnos el medio ambiente y los océanos, en definitiva, de hipotecar nuestro futuro.

Como ejemplos de esa paulatina destrucción de nuestro entorno, haciéndolo cada vez menos habitable, podemos fijarnos en la situación de nuestros océanos, donde la sobreexplotación pesquera, la pesca ilegal y no reglada, las prácticas insostenibles de la acuicultura intensiva, la contaminación marina, la destrucción del hábitat, el cambio climático y la acidificación están causando un gravísimo daño a los océanos y mares.

Los humanos somos buena parte del problema pero también somos la solución, en nuestras manos está revertir está preocupante situación. Si queremos disponer de unos mares limpios y sanos, disfrutar de las mejores playas y de los mejores pescados y mariscos tenemos que actuar responsablemente cada día del año. Nuestros océanos, son nuestro futuro«.

En los últimos días tuve un dulce sueño y este no era otro que poder vivir sin «Días de…», pero la cruda realidad lo convirtió en una auténtica pesadilla».